domingo, 6 de septiembre de 2009

Correspondencia por email: Joaquín Artime



















la melancolía es una palabra hermosa. Un cubo vacío. Un lugar húmedo. Un estado permanente. No significa nada, y lo envuelve todo. Melanconlía es mirar atrás y ver un camino por delante. Es tristeza. Es alegría. Son las cosas que aún están por llegar. Melancolía es el recuerdo de un beso que no se repetirá. Es miedo. Es amor. Es mi forma de vida.
 
 
            Es curioso, para mí, la melancolía es necesidad y es solución. Es una palabra mágica. Hace años, en Barcelona hicieron una acción, no recuerdo si por el día del libro o algo así, le pidieron a distintas personalidades que eligiesen una única palabra, la más hermosa. Isabel Coixet, una cineasta, escogió esa palabra cuando todos los demás hablaban de amor, felicidad, gracia cosas claramente positivas, no tan ambigüas como la melancolía. Y a mí me enamoró.
 
            Te adjunto una foto. No es bonita, no ilustra lo que es la melancolía, no tiene gracia... Sin embargo, pensé en ella. Por algo será... Por cierto, hasta hace relativamente poco, no me di cuenta que toda mi obra tiene un halo de melancolía. Cosas de la vida...
 
                      Besos, Joaco

1 comentario:

  1. Ays, muchacha, acabo de ver esto, menuda sorpresa, no me acordaba. La verdad es que ha sido bonito volver a leer lo que te escribí un día. Me ha resultado precioso. Melancólico.

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